"Espiritualidad" es una palabra desafortunada.
El "espíritu" de una persona es algo valorado en la sociedad moderna, pues indica lo más hondo y decisivo de su vida: la pasión que la anima, su inspiración última, lo que contagia a los demás, lo que esa persona va poniendo en el mundo.

El espíritu alienta nuestros proyectos y compromisos, configura nuestro horizonte de valores y nuestra esperanza. Según sea nuestro espíritu, así será nuestra espiritualidad. Y así será también nuestra religión y nuestra vida entera.

Cuidar la espiritualidad cristiana es reavivar nuestra religión.


Lanzarse al abismo sin paracaidas y aprender a volar.

Terminaron los años de la escuela secundaria y como ya tenía definida la carrera, seguiría los pasos de mi madre en la docencia.A los 20 años ya estaba trabajando en una escuelita rural.Tenía 5 alumnos con quienes ensayaba los métodos de enseñanza personalizada que había aprendido en el Instituto.Claro que una cosa era conocer un método y otra era aplicarlo...Me apasionaba la idea de poder enseñar a aprender y sobre todo enseñar a descubrir las propias capacidades, valorarlas y ponerlas en movimiento.Pero interiormente no me sentía satisfecha.
Un día iba caminando hacia algún lado que no recuerdo, y otra vez...esa misma "sensación" de Paraiso. En ese momento recuerdo que me estaba preguntando a mi misma qué más podría hacer. Me gustaba la idea de seguir estudiando... literatura, tal vez...pero frente a esta sensación (que yo relacionaba con Maria), me dije a mi misma que había una opción que no había considerado: hacer una experiencia de un año en la ciudad de Maria, la ciudadela del Movimiento de los Focolares, ubicada en la Pampa húmeda, en la provincia de Bs.As.
Era el verano de 1988.Día 2 de febrero.Una de mis "nuevas" amigas nos convoca a un encuentro casi improvisado con una focolarina (laica consagrada del Movimiento de los Focolares)que estaba de paso por la ciudad.Mientras asistía a la reunión y veía el video que nos había traído, lo único que yo pensaba era si me animaría realmente a preguntarle cómo hacer para ir a vivir a la ciudadela.
Finalmente terminó el encuentro y no lo logré. Pero después me dieron un teléfono y me comuniqué con alguna persona que me respondió amablemente pero también con un cierto realismo y objetividad que no olvido."Mirá que es una experiencia muy fuerte.Yo te aconsejo que vayas por un mes y después allí decidas junto con las responsables lo que tenés que hacer".
Sin embargo, a ese punto estaba completamente decidida.Era la Virgen quien me había convocado y me esperaba .El 9 de febrero, es decir, sólo 7 días después subí al colectivo junto con otra joven de la zona para hacer la "experiencia" en O'Higgins.
En el diario que comencé en ese momento escribí:
10/02/88
"Llegamos a Junin a las 9.30 hs. Fue un viaje largo. Tuvimos un poco de frío durante la noche,pero estuvimos muy bien.Dejamos los bolsos en un depósito y salimos a caminar con Verónica. Cuando volvimos a la parada de colectivos, estaba esperándonos una gen (abreviatura de :generación nueva):Vita. Recién a las 12 llegó el auto que nos llevaría hasta la Mariápolis.Durante ese viaje de más o menos media hora, estuve observando la ruta para poder explicarle a mi familia dónde estamos.
Es por la ruta que lleva a Chacabuco, pero antes de llegar hay un desvío hacia O'Higgins y luego se distingue el cartel de Mariápolis que indica 13 km, atravesando el pueblo.Una vez en la Mariápolis el primer lugar que se ve es Villa Blanca. Luego de almorzar en Arco Iris con algunas gen, fuimos a su "casita" (se usa lo mismo para denominar a la vivienda como a la realidad de familia que se intenta construir entre las jóvenes). Luego bajamos para hablar a casa.Noté a mamá un poco triste, pero rezaré por ella y por todos en mi familia."
......

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